Efemérides 26 de abril. Tal día como hoy en...

570.- Nace Mahoma, nombre castellanizado de Abu l-Qāsim Muḥammad ibn ʿAbd Allāh al-Hāšimī al-Qurayšī, profeta árabe, fundador del islamismo, que le considera "el sello de los profetas", por ser el último de una larga cadena de mensajeros enviados por Dios, entre ellos Ibrahim (Abraham), Musa (Moisés) e Isa (Jesús), para actualizar su mensaje que, según el islam, es en esencia el mismo. A su vez, el Bahaísmo lo venera como un profeta o "Manifestación de Dios", cuyas enseñanzas habrían sido actualizadas por las de Bahá'u'lláh, fundador de esta religión.

1238.- Se produce una revuelta contra Abd Allah Zannun tras la cual Málaga pasa a soberanía nazarí.

1544.- Domingo Martínez de Irala sustituye a Álvar Núñez Cabeza de Vaca como gobernador de Paraguay.

1790.- Los españoles fundan la Villa de la Divina Pastora de las Presas del Rey, hoy Aldama (Tamaulipas, México).

1813.- Batalla de Yerbas Buenas, Chile. Las tropas realistas infringen una derrota a las tropas independentistas.

1829.- Fernando VII aprueba un decreto para que se proceda a la elaboración de un nuevo Código Penal. Este mismo día, en la batalla de Puente de Márquez, Argentina, los generales Juan Manuel de Rosas y Estanislao López derrotan al general Juan Galo Lavalle.

1860.- Se firma la paz en Tetuán que pone fin a la Guerra de África entre España y Marruecos.

1898.- Nace Vicente Pío Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo, Vicente Aleixandre, poeta andaluz de la Generación del 27. Elegido académico en sesión del día 30 de junio de 1949, ingresó en la Real Academia Española el 22 de enero de 1950, ocupando el sillón de la letra O. Premio Nacional de Literatura en 1933 por La destrucción o el amor,Premio de la Crítica en 1963 por En un vasto dominio, y en 1969, por Poemas de la consumación. Premio Nobel de Literatura en 1977.

1903 - Un grupo de simpatizantes del club de fútbol vasco Athletic Club pertenecientes a la Escuela Especial de Ingenieros de Minas, junto a otros compañeros madrileños de la escuela, fundan el “Athletic Club Sucursal de Madrid”, un equipo “sucursal” del equipo bilbaíno con el que no podía enfrentarse en partidos oficiales al ser considerados el mismo club. Disputaba sus partidos en la Ronda de Vallecas al lado del Retiro. El 4 de octubre de 1939 se firmó la fusión entre el Athletic Club de Madrid y el Club Aviación Nacional, fundado en la España franquista a mediados de 1937, lo que llevó al nacimiento del Athletic Aviación Club. En enero de 1947 el club pasó a llamarse Club Atlético de Madrid.

1904.- Benito Pérez Galdós se convierte en diputado.

1922.- Fallecen 28 personas en Málaga tras el incendio que destruye el edificio de la aduana.

1935.- II República. En Aznalcóllar (Sevilla), resulta herido el falangista Adrián Iruzta que había ido con otros tres jóvenes más a vender la revista FE.

1936.- II República. La iglesia de Almeira (La Coruña) es saqueada e incendiada. En Madrid es asesinado el obrero católico Gabriel Carballo. En Lebrija (Sevilla) es asesinado el teniente de la Guardia Civil López Capero.

1937.- Guerra Civil. Se produce el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor.

1939. –Se publica una orden por el que se suspenden todos los procedimientos civiles dictados por los tribunales republicanos.

1973.- Paraguay y Brasil firman el Tratado de la Represa de Itaipu Binacional, en el río Paraná, la mayor hidroeléctrica del mundo en producción de energía. Se inauguró en 1984

1986.- Se produce, en la central soviética de Chernóbil, el mayor accidente nuclear de la Historia. Ampliamos la información tras las efemérides de hoy.

1991.- El futbolista Maradona es detenido por posesión de drogas.

2009.- Es alcanzado por primera vez el Polo Norte geográfico por la expedición rusa MLAE-2009 de Vasili Yelagin.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual.

Si encuentras algún error y/u omisión, en estas efemérides, contacta conmigo para comunicármelo. Muchas gracias. Si te gusta la Historia, agrégame como amigo en Facebook, acepto siempre a personas que comparten conmigo algunas de mis aficiones, aunque no nos conozcamos personalmente. José A. Cantarero. www.facebook.com/josigno

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Chernóbil, las voces de una tragedia olvidada. Las cifras oficiales no hacen justicia a la magnitud de la catástrofe que tuvo lugar tras una explosión en la central nuclear de Chérnobil.

Durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Básicamente se estaba experimentando con el reactor para comprobar si la energía de las turbinas podía generar suficiente electricidad para las bombas de refrigeración en caso de fallo (hasta que arrancaran los generadores diésel). La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados, materiales radiactivos y/o tóxicos que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas. El gobierno de la Unión Soviética quiso ocultar el suceso. Incluso lo negó tras detectarse elevados niveles de radioactividad en los países occidentales de Europa.

Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600.000 personas denominadas liquidadores en las zonas circundantes al lugar del accidente y se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear conocida como zona de alienación, que sigue aún vigente. Sólo una pequeña parte de los liquidadores se vieron expuestos a altos índices de radiactividad. Los trabajos de contención sobre el reactor afectado evitaron una segunda explosión de consecuencias dramáticas que podría haber dejado inhabitable toda Europa.

Dos empleados de la planta murieron como consecuencia directa de la explosión esa misma noche a las 2 de la mañana, a la hora exacta que la explosión ocurrió, y otros 29 en los tres meses siguientes. 600.000 personas recibieron grandes dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. 5.000.000 de personas vivieron en áreas contaminadas y 400.000 en áreas gravemente contaminadas, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional.

Tras prolongadas negociaciones con el gobierno ucraniano, la comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central, completado el 15 de diciembre de 2000. Inmediatamente después del accidente se construyó un «sarcófago», para aislar el interior del exterior, que se ha visto degradado en el tiempo por diversos fenómenos naturales por lo que corre riesgo de desplomarse. En 2004 se dio inicio a la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor. El resto de reactores de la central están cerrados.

Los soviéticos que murieron «engañados» para evitar el apocalipsis nuclear de Chernóbil.

Entre 600.000 y 800.000 personas. Una «fuerza» 20 veces mayor que el ejército que partió junto a Napoleón Bonaparte para conquistar Egipto y 6 veces superior a la cantidad de aliados que desembarcaron en las playas de Normandía el Día D. Ese es el número de soviéticos que, a partir del 26 de abril de 1986 y -tras la explosión del reactor número 4 de Chernóbil- fueron convocados por el gobierno para ayudar a sellar aquel infierno nuclear. Fueron llamados los «liquidadores» y, aunque muchos de ellos sabían a lo que se exponían, a otros tantos se les reclutó con falsas de promesas de riquezas o con la posibilidad de librarse del servicio militar en Afganistán. Fueron, en definitiva, «engañados», pues tampoco se les informó de lo que -en aquellos años- se creía que la radiación podía hacer en su cuerpo.

El infierno nuclear de estos hombres (así como la de los pilotos y los bomberos que acudieron a la central) comenzó después de la explosión acaecida en el reactor número 4 de Chernóbil -sucedida a la 1:23 de la mañana-. Para empezar, por la ingente cantidad de escombros incandescentes y altamaente radiactivos que volaron por el cielo de Ucrania y cayeron sobre la tierra desnuda ubicada cerca del gigantesco edificio. La mayoría de ellos, como bien señala el doctor Renato Radicella en su dossier «Chernóbil, los hechos» (de la Comisión Nacional de Energía Atómica) fueron trozos de la estructura, combustible y pedazos de grafito. Todo ello, mientras el interior del núcleo bullía a más de 3.000 grados y se proclamaban incendios en varios puntos de la central.

«Los restos del núcleo que no fueron expulsados por la explosión quedaron expuestos a la atmósfera. [...] La [“nube”] formada por humo, productos radiactivos y escombros se elevó hasta una altura de aproximadamente 1000 metros. Los componentes más pesados se depositaron rápidamente en las proximidades de la planta, mientras los componentes más livianos, incluyendo los productos de fisión, fueron arrastrados por el viento en dirección al noroeste. El intenso fuego producido por el grafito fue el principal responsable de la dispersión de los productos de fisión a grandes alturas», explica el experto.

Al final, en los siete meses que durarían estas operaciones trabajaron en la central entre 600.00 y 800.000 «liquidadores», como fueron llamados. Y todo ello, en muchos casos, sin saber a lo que se enfrentaban. O al menos, así lo afirma Camacho en su obra: «Muchos de los liquidadores ni siquiera conocían la magnitud de aquello a lo que se enfrentaban. Tan sólo se les dijo que había habido un accidente en una instalación del gobierno y que tenían que mitigar los daños en el lugar y ayudar en las labores de limpieza de sus alrededores. Esos trabajadores, generalmente hombres de veinte a cuarenta y cinco, tenían perfiles muy diversos y procedían de Rusia, Bielorrusia, Ucrania y otras zonas de la Unión Soviética». La agencia SINC es de la misma opinión, pues explica que no fueron informados de los riesgos en ningún momento.

¿Qué se les ofreció para combatir contra aquel infierno nuclear? Al parecer, poco más que trajes contra incendios sobre los que se les ponían «armaduras» de entre 25 y 30 kilos formadas por planchas de plomo sacadas de los más variopintos lugares y cortadas a mano con tijeras (como se puede ver en varias fotografías). Lo mismo sucedía con las máscaras antigás de «morro de cerdo» a las que, en palabras de Camacho, se les añadieron las mismas placas de este metal.

Al final, y además de las labores de desescombro y de extinción del incendio, estos soviéticos colaboraron también en la construcción de un gigantesco sarcófago alrededor del reactor número 4 para contener la fuerza de la radiación. Su actuación fue tan destacada que, tras el suceso, todos ellos recibieron una medalla conmemorativa por su valor en la catástrofe. Una insignia que incluye una gota de sangre cruzada por varios rayos de radiación y que muchos llevan con orgullo sabiendo que, según la principal organización de «liquidadores», Chernóbil se llevó a 60.000 de estos valientes a la tumba e incapacitó a 150.000 debido a enfermedades como el cáncer.

Con todo, también existen voces discordantes con estas secuelas. «Entre los "liquidadores", la incidencia de enfermedades (980 sobre 1000 hombres en edad de trabajo por año) es un 25% menor que entre la población general de Rusia (1.300 sobre 1.000) y no se ha observado ningún aumento en la incidencia de leucemias (Tukov y Dzakoeva, 1993). De acuerdo a Logachev, et al. (1993), la cantidad de neoplasmas entre los “liquidadores” de Ucrania no aumentó durante los primeros siete años después del accidente. Entre los "liquidadores" de Belarus, la incidencia de cáncer fue un 22% menor en los hombres, y un 9% en las mujeres, que entre la población general del resto del país (Okeanov et al. 1996)», explica la Fundación Argentina de Ecología Científica en su obra «Mitos y fraudes»